Uno de los actos más esperpénticos y sonrojantes que se puede ver hoy en día en la política andaluza es ver a la derecha, aquella que se niega a condenar el Franquismo y que echa pestes de la II Republica, aquella que echa espuma por la boca con la Ley de Memoria Histórica y que considera cínicamente que “divide a los españoles”, aquella que apoya a los falangistas en su causa contra el juez Garzón por investigar los crímenes del Franquismo, aquella a la que siempre se le está rompiendo España, aquella que considera que la religión católica es la propia del país, aquella que estaba en contra de que Andalucía accediera a su autonomía por la vía rápida, aquella que considera el P.E.R. como una paguita para vagos, “un pitas pitas”...
Y no solo eso, sino que además pudimos ver como el Partido Popular cuyo dirigente Vidal-Quadras no dudó en llamar en su día “subnormal profundo” o “cretino integral” a Blas Infante, entre otras barbaridades y apoyadas por líderes mediáticos de la derecha y ante el silencio de los dirigentes conservadores andaluces.
Pues de un tiempo a esta parte y aprovechándose del hundimiento del Partido Andalucista, ahora les da por reivindicar la figura de un líder que representaba todo lo contrario a todo lo que fue y es la derecha andaluza.
Tamaño despropósito y travestismo político solo es posible de la mano de alguien carente de la mínima vergüenza que o se cree muy listo o que toma a los demás por tontos y perdona que le diga señor Arenas, en nuestra tierra le tenemos muy calado y no cuela su “reconversión”.
Carlos Benítez
Sec. Política Institucional y Comunicación JSA-Jerez
Totalmente de acuerdo contigo.
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